Interpretación: Tom Welling (Nick Castle), Maggie Grace (Elizabeth Williams), Rade Sherbedgia (Capitán Blake), DeRay Davis (Brett Spooner), Selma Blair (Stevie Wayne), Kenneth Welsh (Tom Malone), Adrian Hough (Padre Malone), Sara Botsford (kathy Williams), Cole Heppell (Andy Wayne), Mary Black (Connie).
Guión: Cooper Layne; basado en la película escrita por John Carpenter y Debra Hill.
Producción: Debra Hill, David Foster y John Carpenter.
Música: Graeme Revell.
Fotografía: Nathan Hope.
Montaje: Dennis Virkler.
Diseño de producción: Michael Diner y Graeme Murray.
Vestuario: Monique Prudhomme.
El cine americano dotado de muchos medios y de poca imaginación nos tiene acostumbrados a películas que abordan todo tipo de catástrofes naturales, desde volcanes en erupción ( Volcano), terremotos ( Un pueblo llamado Dante Peak), inundaciones ( La inundación ). En esta ocasión el tema estrella es la niebla, sí como suena, una niebla letal, que arrasa y mata todo cuanto toca.
La acción transcurre en un pequeña isla, en la cual comienzan a suceder cosas extrañas. Un grupo de cuatro jovenes, dos mozos y dos mozas que están a bordo de una pequeña embarcación sufren en sus carnes el castigo de la niebla. La pareja protagonista no puede ser más sosa y anodina. Él, Nick, tiene el típico físico recio, de jugador de rugby y a ella Elizabeth, ( aparece en la serie Perdidos) solo le faltan los pompones. Pululan varios personajes; el cura amante de la botella, máxime si en su interior hay alcohol, la locutora de radio que vive con su hijo, el guardacostas, el anciano misterioso, todos ellos definidos con trazo grueso
Para entender lo que pasa, Elizabeth encuentra un libro, un diario, de alguien que vivió hace años en la Isla, y así nos enteremos que algo malo y sucio sucedió. Y que ahora lo que sucede atiende a una venganza, a manos de algo parecido a unos zombies.
El mercado demanda más productos, y esto es sólo eso, un producto cinematográfico mediocre e insulso, huérfano de cualquier atisbo de calidad. Ni asusta ( y eso que la venden como un producto que te pondrá los pelos como escarpias) ni entretiene ( por un guión que se podría escribir en una servilleta de papel en cualquier cafetería de la ruta 66 y a unos actores que no pueden hacerlo peor), resultando aburrida de comienzo a fin ( y dura casi dos insufribles horas).
IMDB | Web oficial
[…] Un acierto de la película es la recreación de ese pueblo endogámico, extraño, que vive de puertas hacia dentro, como una secta, que perciben a Rachel, como una extraña, que invade su territorio, y que tiene muy presente el triple asesinato ocurrido hace unos años. Resulta mejor que otras películas similares como Terror en la niebla. […]
[…] Recientemente he visto varias películas que eran versiones; Terror en la niebla, Crimen Perfecto, La señal, por citar algunas, otras como King kong o atraco a las tres, tampoco obtuvieron el beneplácito de la crítica. Esa falta de ideas, en cuanto a los guiones originales lo explica el hecho de que un alto porcentaje de las películas se basen en novelas. Lo mismo ocurre con las sagas, exprimiendo hasta la saciedad la gallina de los huevos de oro. Salvo sagas ejemplares como El Padrino o Indiana Jones ( donde las tres entregas mantienen un nivel de calidad similar), la mayoría de las veces tendríamos de sobra con una única película, pues las segundas partes suelen ser infumables y de las restantes mejor no hablar. ( Stallone, el cual dijo tras Copland que iba a hacer cine serio y de calidad, a sus cincuenta años largos, ahora que no levanta cabeza, ataca en el 2006 con otra película de Rocky, la sexta de la colección y parece que también habrá Rambo IV) y no solo se hacen secuelas si no también precuelas ( como en la saga del Silencio de los corderos con El dragón rojo o de Batman, con Batman Begins) […]