La vida Secreta de las Palabras (Isabel Coixet, 2005)

Dirección y guión: Isabel Coixet.

Reparto: Sarah Polley (Hanna), Tim Robbins (Josef), Javier Cámara (Simon), Sverre Anker Ousdal (Dimitri), Steven Mackintosch (Dr. Sulitzer), Eddie Marsan (Victor), Julie Christie (Inge), Daniel Mays (Martin), Dean Lennox Kelly (Liam), Danny Cunningham (Scott).

España 2005

Drama petrolero

De nuevo en inglés, Isabel Coixet acaba de estrenar la que según ella es su mejor película. No se le pueden poner peros al reparto, encabezado por una estrella americana, Tim Robbins, seguido por una actriz con la que la directora se siente muy a gusto, Sarah Polley y completándolo por parte española con uno de los actores secundarios de más proyección en los últimos años, el riojano Javier Cámara. Pequeño papel también para otra actriz española que repite con Coixet, aunque con una presencia mínima, Leonor Watling.

A pesar de lo que diga la directora y las buenas críticas que ha cosechado, hay que decir que para gustos están los colores y a mi esta peli me ha parecido un coñazo. La protagonista es una joven inmigrante procedente de los balcanes que intenta pasar lo más desapercibida posible en Irlanda, donde vive sola. Por una casualidad acaba desempeñando su verdadera profesión de enfermera en una plataforma en mitad del mar durante unos días. En ese momento empieza la parte más aburrida de la película. No pasa nada dentro de la “cárcel” donde los personajes están recluidos. Ese periodo sirve para desarrollar los personajes, pero de una manera lenta y aburrida, lo que provoca que la historia sea pesada y pierda interés, a pesar de las cosas que van contando los personajes.

Tim Robbins la mayor parte del tiempo tumbado y ciego, así que la interpretación corporal la tiene muy limitada. En la versión doblada el acento que le han puesto a la Polley le hace perder seriedad según creo y Javier Cámara ha caído en el error de las primeras películas americanas de Antonio Banderas de doblarse a sí mismo. Se nota mucho y queda mal.

En cuanto a la dirección y realización, y si es a eso a lo que se refiere Coixet, son impecables. Se la ve crecida por el excelente reparto. La ambientación también está lograda, pero la plataforma petrolífera en la que se no se puede hacer nada provoca que los personajes no hagan nada, sólo comer y hablar de cosas nimias la mayor parte del tiempo, intentando parecer muy profundos en otras ocasiones, pero tanto contraste no hace buen efecto.

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