Salvar la vida a alguien es como enamorarse. La mejor droga del mundo. Días después aún caminas por las calles y todo te parece infinito.
Una vez, durante varias semanas, no podía sentir el suelo, todo lo que tocaba era ligero… La abundancia se abría a mis pies, me caían flores del bolsillo.
Te preguntas si te has vuelto inmortal, si también has salvado tu propia vida. Dios ha pasado a través de ti. Por qué negarlo… durante ese preciso instante, ¿fui Dios?
Deja una respuesta